Con motivo de la campaña lanzada por el Ministerio del
Interior dirigida a perseguir y sancionar a las personas que conduzcan bajo los
efectos de medicamentos o drogas, ENLACE pide al Gobierno de Mariano Rajoy que,
en aras a garantizar la seguridad jurídica, y siguiendo criterios
médico-científicos, concrete más las situaciones que pueden dar lugar a una
infracción del Reglamento General de Circulación y conllevar la correspondiente
sanción, de la misma manera que se detalla respecto al alcohol.
La Federación Andaluza ENLACE, entidad que lleva trabajando
más de 20 años en el ámbito de las drogodependencias y la exclusión social,
alerta del riesgo de la grave estigmatización que puede suponer para las
personas en tratamiento de metadona u otros tratamientos médicos, su
persecución indiscriminada. Las entidades y profesionales que trabajamos en
drogodependencias sabemos que medicamentos como la metadona han supuesto un
importante avance en el tratamiento de las drogodependencias y en la
incorporación socio-laboral de las personas afectadas. Muchas de ellas, a día
de hoy, están integradas en el mercado laboral con normalidad, así como otras
que tienen prescritos tratamientos de salud mental o para el dolor. Conocemos a
personas que siguen un tratamiento con metadona y están perfectamente
capacitadas para trabajar como conductores, corriendo el riesgo con estas
políticas de devolverlas a las bolsas de exclusión social.
Existen algunos estudios y/o artículos científicos al
respecto que indican que, por ejemplo, en relación a la metadona prescrita
médicamente, sólo está desaconsejada la conducción durante las primeras semanas
del mismo (Clínica Universidad de Navarra). Otros estudios indican que las
personas en tratamiento de metadona no presentan riesgos especiales para la
conducción (Foro de Tratamiento para la Adicción – www.atforum.com). Otros
indican que no hay peligro para la conducción cuando hay dosis estables con
total tolerancia (Manual de Metadona de Euromethwork.org).
En definitiva, sería necesaria una regulación más detallada
sobre la influencia de los medicamentos y drogas en la conducción, de la misma
manera que se ha hecho con el alcohol, teniendo en cuenta las dosis o las
indicaciones o valoraciones médicas en los casos de personas en tratamiento,
que además de ofrecer una mayor seguridad jurídica, sirva para prevenir
problemas de seguridad de la circulación de vehículos, cosa que desde luego
deseamos.